A 40 kilómetros de Puerto Iguazú se encuentran las famosas
minas de Wanda, donde se halla un yacimiento de piedras semipreciosas de
cristales de cuarzo, amatistas, ágatas y topacios,entre las más importantes.
Para llegar a esta localidad (cuyo nombre fue tomado de una
princesa polaca a quien le gustaban las gemas) se debe transitar la ruta
nacional n° 12 hasta llegar a la población. Recostada sobre el caudaloso río
Paraná, permite a sus visitantes apreciar este singular atractivo a cielo
abierto o al “natural”, como se denomina habitualmente esta clase de
yacimientos que se encuentran prácticamente sobre la faz de la tierra.
Un guía local, se encarga de llevar a los visitantes por
todo el corredor donde se encuentran las piedras semi-preciosas mientras relata
su origen y conformación química.
“En el año 1976, se descubrió la primera veta de piedras semi-preciosas
en Wanda”, explica el guía. Al parecer, el basamento en que se apoya la
provincia de Misiones se formó en la era terciaria, hace unos ciento cincuenta
millones de años aproximadamente, y sufrió distintas coladas de lava
proveniente del centro de la tierra. Cuando se enfrió la lava, los globos de
gas quedaron aprisionados y formaron el basalto, que es la roca madre que da
origen a la formación de piedras preciosas de la región.
A medida que se transita el predio, el visitante se va
sorprendiendo con los distintos colores y formas de las piedras que va
encontrando. Así, se aprecian piedras con prismas hexagonales, bipiramidales y
octaedros. En las vetas de las minas de Wanda se ha descubierto sobre todo
amatista, que posee un color casi violáceo. También se han encontrado topacios,
ágatas, jaspes y cristales de roca.
Wanda, un atractivo de todo el año. La extraordinaria obra
que la naturaleza creó hace millones de años modelando tesoros que hoy se
convierten en brillantes artesanías que recorren el mundo.
Fuente: Welcome Argentina
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